Es aquel que quiere hacer muchas cosas: quiere ser el mejor, quiere conseguir buenas marcas, quiere ser el centro del equipo; sin embargo a pesar de quererlo todo le falta lo más importante para conseguirlo, la voluntad del esfuerzo de cada día.
Este tipo de nadador se limita a nadar por nadar.
Es ocioso, apático y falto de energía.
Suele ser un vago.
Si tenemos un nadador de estas características en nuestro equipo, lo que procedería hacer para que actuara de otra manera sería el tratar de convencerlo de salir de esta miseria de pensamientos y fomentar el trabajo y la voluntad y reforzar su carácter, para tratar de doblegar sus múltiples disculpas que suele poner ante nuevos retos en los entrenamientos, como por ejemplo:" Entrenador esto es muy difícil, no creo que lo consiga" "Necesitaría entrenar más fuerte y mejor y no tengo fuerzas" . Ante esto el entrenador tiene que convencerlo de que tiene que entrenar con ganas y constancia y de esta manera irá consiguiendo pequeños logros.
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