Para ser un triunfador, hay
que fracasar para luego saber triunfar.
Josef Stalin
Desde luego, las mieles del
triunfo se saborean mejor cuando vienen de haber perdido, de aprender, y de pasar
duros y exigentes entrenamientos, también de disciplina aceptada, de privaciones y de
sufrimiento, y todo esto para poder conseguir llegar más lejos, para lograr esa
ansiada meta.
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