No es fácil encontrarse con alguien como Santiago en
un equipo de natación, un chico decidido, impulsivo y valiente, al que no le
asusta nada en los entrenamientos, siempre dispuesto a dar el do de pecho, en
todas las ocasiones, a sudar la gota gorda, a pelear hasta el límite, para él
no hay imposibles.
Él siempre
está el primero para intentar hacer cosas diferentes, es un perfeccionista en
todo lo que hace y no se conforma simplemente con hacerlo bien, sino que está
buscando hacerlo de forma excelente, por eso es un tipo que arriesga siempre.
Le gustan los enfrentamientos directos, sin rodeos,
a veces es un poco loco, pero es un chico feliz que ama y disfruta de la
natación en todas las circunstancias y sabe, en todo momento, como salir
adelante.
También es un defensor de las causas que parecen
perdidas, un eterno luchador y siempre dispuesto a defender a los más pequeños
del equipo, aún a costa de perder un amigo, él siempre lucha con tesón por las
causas justas.
No le gustan
las envidias ni las mentiras, y se crece ante las dificultades que van
apareciendo en su camino, y nunca se rinde, ya que simplemente eso no va con él.
Desde aquí vaya mi reconocimiento para todos los
Santiagos que hay en los equipos de natación, porque sin vosotros faltaría algo
en este deporte.
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