El buen nadador tiene las ideas claras y lucha diariamente durante los entrenamientos. sabiendo que con su esfuerzo se irá acercando a sus metas.
El buen nadador sueña cada día y en cualquier momento y su hoja de ruta siempre estará presente.
El buen nadador no es fácil que se rinda, ni que desvíe su atención en otras cosas, el ama por encima de todo la natación.
El buen nadador prefiere entrenar, aprender, volcarse en los entrenamientos y disfrutar con sus compañeros que hacer otras actividades, aunque esas actividades sean más divertidas.
El buen nadador está dispuesto siempre a hacer una serie extra para superarse a sí mismo.
El buen nadador no pierde la esperanza cuando sus tiempos no son los esperados, sabe seguir adelante y superarse.
El buen nadador se exige a si mismo cada día en los entrenamientos y tiene una gran satisfacción cuando consigue mejorar sus marcas.
El buen nadador que ama a su Club, asume su compromiso y no es fácil que deje un entrenamiento o la asistencia a una competición.
El buen nadador sueña cada día y en cualquier momento y su hoja de ruta siempre estará presente.
El buen nadador no es fácil que se rinda, ni que desvíe su atención en otras cosas, el ama por encima de todo la natación.
El buen nadador prefiere entrenar, aprender, volcarse en los entrenamientos y disfrutar con sus compañeros que hacer otras actividades, aunque esas actividades sean más divertidas.
El buen nadador está dispuesto siempre a hacer una serie extra para superarse a sí mismo.
El buen nadador no pierde la esperanza cuando sus tiempos no son los esperados, sabe seguir adelante y superarse.
El buen nadador se exige a si mismo cada día en los entrenamientos y tiene una gran satisfacción cuando consigue mejorar sus marcas.
El buen nadador que ama a su Club, asume su compromiso y no es fácil que deje un entrenamiento o la asistencia a una competición.
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