La experiencia me ha demostrado que detrás de un buen nadador/a hay unos buenos padres. Ellos, por lo regular, son los que le recuerdan a sus hijos sus obligaciones con el equipo de natación.
Asumen la responsabilidad diaria de llevar y traer a sus retoños a la piscina, ven sus progresos y se alegran de sus éxitos.
También los apoyan cuando las cosas no van demasiado bien y sacan pecho para que el nadador no desfallezca ante una decepción en la competición.
Son los que sustentan al equipo de natación.
Ayudan con pequeñas cosas dentro del Club y son buenos colaboradores.
Luchan, animan y son el mejor soporte del entrenador.
Resumiendo, los buenos padres son el soporte de sus hijos en cualquier circunstancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Añade tu opinión
Comentario: