Y porque no, por qué no sentirse bien después de
haberse vaciado, después de haberlo dado todo en una carrera.
Después de innumerables entrenos, al límite de tu
capacidad física.
Después de pasar numerosas privaciones y sinsabores.
Después de sufrir, para conseguir esas centésimas que
te faltaban para ir al campeonato.
Después de que tus padres o tus abuelos te hayan
llevado, día tras día, a entrenar, sino no podrías hacerlo.
Después de ver como tu entrenador se preocupaba por
ti, para que consiguieses llegar en la mejor forma posible a esa competición o
campeonato.
Y chico/chica, después de todo esto si has perdido
la contienda, no pierdas jamás tu sonrisa y disfruta de ese momento, porque has
nadado como tú sabías y eso es lo verdaderamente importante.
Y en la próxima cita competitiva aunque tú pierdas
nuevamente, vuelve a disfrutar, nada con esa magia que te caracteriza, con el
corazón, con esa pasión que pones siempre, porque si así lo haces, nos harás
disfrutar a todos aunque salgas derrotado, pero viéndote que también eres feliz en tu derrota.
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