Efectivamente yo lo creo así, y éste pasa por un
proyecto bien perfilado, para la alta competición, con muchas dificultades y
sinsabores que superar y que solamente los mejores nadadores, los más capaces, los
que tienen talento y calidad suficiente y que están en las óptimas condiciones,
para llegar a lo más alto.
Y es evidente, que donde entrenan los mejores
nadadores, el ambiente tiene que ser muy competitivo, que luchen y que entrenen con pasión día tras día, que se diviertan y que disfruten con el entrenamiento y
en las competiciones.
Pero también estoy convencido, que con tan sólo
talento no es suficiente para andar el camino, sino que unido a unos
estresantes y duros entrenamientos y trabajando con tenacidad y determinación
en todas las distancias y en todo tipo de entrenamientos, junto con las ganas
de ser grande y trabajando en la preparación física, técnica, táctica y mental,
así como una completa integración y organización dentro del grupo de élite, que
es cumplir todas las metas, para llegar a lo más alto.
Y para esto se necesita también como no una fuerte
dedicación, el esfuerzo cotidiano, el cansancio y la fatiga que está presente
en todo el proceso y junto con la recuperación.
Y también, como no, el esfuerzo de su familia y su
apoyo moral, en los momentos decisivos, puede ser la clave para seguir
adelante.
Y seguramente en ocasiones superar dificultades
económicas a base de reducir gastos y hacer una vida más austera, es lo que
pasan muchas familias de nadadores, en su largo camino hacia la gloria.
La renuncia voluntaria a los fines de semana para
entrenar y competir es habitual.
Y esto es lo que hacen normalmente los mejores
nadadores, que se embarcan en esa aventura, llena de dificultades y obstáculos
para triunfar y llegar a ser grande.
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