Tu entrenador te prepara el cóctel de una forma
especial, que tú has de poner en práctica diariamente, para ayudarte a
conseguirlo, pero…
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Tú eres el que tiene que nadar al 100%.
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Tú eres el que entrena y nada en las competiciones.
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Tú eres el que no tiene que faltar a los entrenamientos y a las
competiciones.
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Tú eres el que decide a qué velocidad nadas las series, para acercarte
a lo que tu entrenador ha previsto para ti.
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Tú eres el responsable de cumplir lo planeado en el entrenamiento.
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Tú eres el que pone la técnica, la pasión, el esfuerzo y la ilusión en
cada brazada que tú das.
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Tú eres el que en cada sesión tiene que perfeccionarse.
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Tú eres el que tiene que creer en lo que estás haciendo.
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Tú eres el que siempre tiene que poner el máximo de ti para lograrlo.
Y después de hacer todo esto, cuando lo consigas
dirás: he peleado, he sufrido, pero de verdad todo ha valido la pena y ese día
serás el más grande.
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