El nadar, gracias a que la flotabilidad es de forma natural, es un ejercicio altamente beneficioso para nuestro cuerpo, donde estamos completamente relajados, es un placer, y sobre todo, cuando la temperatura del agua es agradable.
Avanzar en el medio acuático implica vencer la resistencia del agua, que lógicamente depende de la intensidad con la que nosotros realicemos el ejercicio de mover los brazos y las piernas. También como no, nuestro corazón se beneficia del ejercicio, sobre todo, si éste es suave.
Con la natación también ganamos en fuerza muscular y en resistencia, cuanto más nademos más lo notamos. Otro componente que barajamos cuando practicamos la natación es la flexibilidad que a medida que hacemos más sesiones vamos consiguiendo ser más flexibles, también el nadar de forma habitual nos permite controlar nuestro peso. En fin os animo a nadar que es bueno y a disfrutar de vuestra natación
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